La experiencia con Juan fue…. si palabras. Había de 3 a 4 ceremonias por semana. Juan se quedaba enseñándome cada madrugada. Eran mágicas esas charlas porque seguíamos con la consciencia expandida y sus palabras salían y llegaban directo al corazón. Me dijo que el tiempo de preparación para convidar la planta maestra depende de cada uno. Que yo vengo trabajando como curandera hace muchas vidas, y mas que enseñarme, él me estaba ayudando recordar lo que ya sabía hacer. También me dijo que veía en mi dos características que son básicas para trabajar con esta medicina, que son fuerza espiritual y serenidad. Me alentó mucho a convidar ayahuasca, y me entregó mi primera botellita que está ahora en mi mochila y es un honor para mi viajar con ella. Aquí aprendiendo a cocinar medicina:
Además de las palabras de Juan estaban las enseñanzas directas de las plantas que estuve dietando. De cada una recibí algo especifico bien bonito que forman parte de las herramientas con las que cuento de ahora en más. Estoy Feliz e inmensamente agradecida
Algunas anécdotas en imágenes: como las hormigas intentando llevarse un maíz inflado, y lo lograron:
La mujer suiza (Corinne) que viajaba con su violín y nos deleitaba con su música. También tomaba marte porque venía viajando y había pasado por Argentina para hacer un curso de permacultura. El río a orillas de Mayantuyacu tiene un agua de vertiente que sale a casi 100° asique se puede usar directo para tomar un té o unos mates, también como medicina para tomar baños de vapor.
Estaré por siempre agradecida por haber tenido la oportunidad de realizar esta experiencia. Gracias Juan Flores, Gracias Mayantuyacu, Gracias Vida, Gracias Medicina Amazónica, Gracias a todos los Espíritus de la Selva que son tan generosos!!!!!
